¿Qué es la Psicología?
A lo largo de la historia de
la humanidad siempre ha existido la figura del hechicero, chamán, consejero
espiritual, etc. Estas figuras cubrían de alguna manera las necesidades de
salud del ser humano bien fueran físicas, mentales o espirituales.
Pero la evolución de estas
funciones que antaño cubrían los hechiceros de un modo a veces mágico, hoy en
día está dividida en distintas aéreas como son la medicina, la psicología, la
religión o la amistad..
La diferencia radica en que la
medicina y la psicología, herederas de las necesidades cubiertas en un
principio por chamanes y hechiceros, son ciencias, es decir sus principios
están corroborados por el método científico.
Así la psicología es la
ciencia que estudia los procesos mentales, incluyendo procesos cognitivos y
emocionales internos de los individuos, así como los procesos sociocognitivos
que se producen en el entorno social, lo cual involucra la cultura y las
relaciones. Y todo esto de una manera científica, es decir, siguiendo unos
principios ampliamente estudiados y de efectividad comprobada sobradamente
comprobada.
¿Cuándo es necesario pedir
ayuda?
Decidir si necesitamos ayuda
de un/a profesional no suele ser una tarea sencilla, pero si el problema le
afecta hasta el punto de interferir en el desarrollo de sus actividades
cotidianas, en su trabajo, con su familia o amistades. Si la intensidad de los
síntomas es demasiado elevada o desproporcionada, o considera que los síntomas
se presentan con una frecuencia mayor de la habitual y perduran en el tiempo es
conveniente visitar a un/a especialista.
En los niños, en caso de
detectar cambios repentinos en su forma de actuar o cambios de humor, o
presenta dificultades en la escuela o bien le cuesta relacionarse con sus
compañeras/os, o si tiene comportamientos extraños para su edad.
En las personas mayores la
presencia de alteraciones dentro del proceso de envejecimiento puede reflejarse
a través de distintos indicadores: desatención de tareas mínimas de
autocuidado, aislamiento, conductas desadaptadas, falta de comunicación,
desorientación, y problemas de memoria, entre otros.
¿Qué tengo que hacer como
paciente?
Acudir a terapia implica la
aceptación de una serie de compromisos. El paciente no es un mero receptor del
proceso terapéutico, muy al contrario es el principal agente activo del cambio.
El trabajo realizado durante las sesiones, así como el trabajo realizado por el
paciente, siguiendo las indicaciones y tareas asignadas por el terapeuta, entre
las sesiones, se muestran determinantes para el éxito terapéutico.
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